Historia

En el año 900 de la era Bedine, los dos reinos mas grandes que existían vivían en paz y armonía. Los mercaderes de ambos lugares llevaban sus mercancías al reino contrario. Una época prospera y feliz. En cada uno de los reinos, reyes y nobles solo vivían para sus súbditos, y el esplendor de aquellos años se oía en todos los lugares del mundo. Siendo estos sinónimos de belleza y tranquilidad para todos los habitantes. Los palacios de brillante piedra relucían incluso de día y los pintores creaban bellos lienzos y los juglares dulces melodías. Sus altas almenas, que sobresalían como faros, eran los ojos de cada reino y allí vigías miraban al horizonte, buscando el ocaso que los oráculos decían que pasaría. Mas ningún rey soñaba en sus pesadillas mas horribles que aquello sucedería.

En el año 300 de la era Armine, ese esplendor se había volatilizado y aquellos que durante miles de años había regido de una manera coherente y buena empezaron a ser tiranos. Seres que sólo deseaban la destrucción y la esclavitud. Nadie hubiera imaginado que sus reyes y nobles eran demonios disfrazados de humanos que durante siglos se habían comportado de una manera tranquila con la gente de sus reinos, pero su naturaleza belicosa había empezado a salir en esa era con cada nueva generación.

En el año 500 de la era Armine, no todo era belleza, ambos reinos luchaban por las tierras colindantes y por el reino del otro. Ya en esta época van quedando poca gente en los reinos y aquellos que quedan son totalmente inhumanos pues la decadencia de los demonios va a mas. Solo varios nobles son algo mas humanos y los que están a su lado así lo saben y lo dicen. Lo que parece extraño para la gran cúspide del poder. Lo que la gente de ambos reinos y de los otros quiere es que alguien que tenga un poder igual o superior al de sus reyes llegue y termine con todo. Pero como toda historia en sí, nadie sabe si esa persona al final no será igual que la gente a la que derroca, aunque siempre se espera que no sea así...Es lo que todo el mundo deseaba mientras seguían viviendo e intentando subsistir.